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Testimonio de una madre virgen

Testimonio de una madre virgen

¿Sabias que 1 de cada 8 mujeres que consulta por disfunciones sexuales, tiene Vaginismo?

En Chile no hay estadísticas de esta disfunción sexual, bastante frecuente y poca conocida que sufren tantas mujeres en silencio.

Es por esto que en el mes de la mujer, quiero compartir con ustedes este real y hermoso testimonio de María ( se cambió nombre para proteger identidad) de 58 años de edad, casada 29 años, con un hijo de 22 años, quien NUNCA pudo consumar su matrimonio.

Logró ser madre VIRGEN, gracias a que su esposo eyaculó cerca de la vagina y sus espermios se movilizaron hasta fecundar ese óvulo, que dio origen a su amado hijo.

María tiene un muy buen matrimonio, complicidad y amistad con su marido, pero hace un año empezaron a investigar la posibilidad de tratarse para cumplir su sueño y ser “una mujer normal”pudiendo de esta forma sellar su matrimonio y lograr tener relaciones sexuales, como el resto de las parejas.

María decía, “nos acostumbramos a otro tipo de sexualidad, sin coito, igual lo pasamos bien, logramos tener placer y orgasmo de diferentes formas, pero lo único que es imposible es el coito, pues mis músculos vaginales se apretar tanto, que parece una pared impenetrable”.

Después de mucho buscar, llegamos a Centro Miintimidad, en donde fui evaluada por Odette Freundlich, Kinesióloga especialista en sexualidad.

Salí muy esperanzada después de esa visita, pues me dijo que mi problema SI tenía solución y el tratamiento sería realizado en forma multidisciplinaria por ella y una Sexóloga, además de mi Ginecóloga.

Así pasaron las sesiones y yo viajaba de fuera de Santiago todas las semanas, cumpliendo al pie de la letra todas las indicaciones que me daban, hasta que al fin llego el momento esperado, de mi verdadera luna de miel.

Y así fue, sorprendidos y muy emocionados lo logramos,  cumplimos nuestro sueño anhelado, yo de sentirme mujer de verdad y marido sentirse dentro de mi. Esa sensación de unión es indescriptible.

María dice “Quiero compartir mi testimonio y así ayudar a que tantas mujeres como yo se decidan a pedir ayuda”.

Le pregunté a María ¿Que le dirías a otras mujeres que sufren de vaginismo?

Ella contestó, “les diría que no son la única que sufre en silencio como uno piensa, que no dejen pasar el tiempo como yo lo hice , que se puede superar. Yo pasé por varios tratamientos sin éxito, quedando cada vez más deprimida y frustada,y muchas veces me preguntaba » porque a mí?  por mi crianza estricta, poca información, pudor, miedo al dolor, no sé.

Pero viví con vaginismo 29 tristes años…pero la clave es llegar al lugar indicado.

El centro Mi intimidad se trata el problema tanto física como psicológicamente, con profesionales que dan toda la confianza y el apoyo que necesitas. Desde la primera sesión a pesar del miedo vi una esperanza para mí problema. Hoy estoy feliz!!, después de varias sesiones y siguiendo las indicaciones tal como me enseñaron, logré por fin lo que tanto anhelaba!!, gracias a mis ganas de superar mi problema y a la ayuda importantísima que me brindo Centro Miintimidad y sus profesionales en éste proceso .

No sufras más!! Tú también puedes!! Estoy cumpliendo 29 años de matrimonio, tengo 58 años y empiezo ésta nueva etapa con la luna de miel que tanto esperé.

Atrévete, nunca es tarde!!

Odette Freundlich

Kinesióloga especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano

Directora de Centro Miintimidad

www.miintimidad.cl

contacto@miintimidad.cl

¿Que es el Vaginismo? Una descripción de cómo reconocerlo y tratarlo

¿Que es el Vaginismo? Una descripción de cómo reconocerlo y tratarlo

En Chile se calcula que un 17% de las mujeres ha padecido esta disfunción sexual que les impide tener relaciones sexuales. ¿Cómo tratarlo?
Escrito en: Consciente, Saludable, Vida & Comida, Actualidad | Escrito por: Magda Poulsen
Es una disfunción de la que poco se comenta, pero es un problema más común de lo que se creer, que genera vergüenza y acompleja a muchas mujeres, pero que sin embargo con un tratamiento adecuado puede solucionarse.
El vaginismo consiste en una contracción involuntaria de la musculatura del tercio externo de la vagina, frente al intento de penetración vaginal.
Odette Freundlich, kinesióloga experta en sexualidad de la Universidad de Chile ha atenido más de 1800 casos de mujeres con esta disfunción. Explica que ésta “no sólo se manifiesta en la musculatura de la vagina sino que además en el abdomen, los glúteos y los músculos abductores frente al intento de penetración vaginal o al acercamiento a la zona vaginal que se produce por temor al dolor como una reacción de reflejo”.
-¿Existen cifras en torno a la cantidad de mujeres que padecen de vaginismo?
En general no existen cifras al respecto, ya que es un problema del que no se habla y en nuestro país no hay grandes estadísticas . Sin embargo, se ha estudiado a partir de las mujeres que asisten a centros hospitalarios de sexualidad que el 17% de ellas tiene vaginismo.
-¿Cuáles son sus causas?
Existen diversos factores que pueden estar detrás del miedo a la penetración vaginal o consumación del acto sexual. Algunos de ellos son una carencia de educación sexual o haber tenido una educación muy restrictiva, causas religiosas (pensamientos de culpa), pensamientos erróneos frente a la penetración o frente al dolor, temor al sangramiento o ruptura del himen o pensar que se tiene una vagina muy pequeña y podría ser extremadamente incómodo o doloroso, además de temor al embarazo, entre otros factores.
Según la kinesióloga, en nuestro país el trauma sexual o abuso sexual no es una de las causas principales que provoca esta disfunción.
-¿Qué efectos tiene esta condición en las mujeres?
El vaginismo provoca miedo o fobia a la penetración de todo tipo. En muchos de los casos las mujeres que padecen de esta disfunción se sienten frustradas, “bichos raros” o poco mujeres. Es una sensación angustiante que tiene consecuencias físicas y psicológicas. Entre ellas la angustia ante la no consumación del acto sexual o imposibilidad de quedar embarazadas y miedo a ser examinadas por su ginecólogo. Además de afectar severamente su vida sexual en pareja.
Una de las pacientes atendidas por Freundlich comenta en su testimonio en la web: “Sentía que era algo que solo me pasaba a mi, no me sentía una mujer normal y esto empezó a afectar todos los aspectos de mi vida”
Algunos de sus síntomas son el temor a asistir a una consulta ginecológica, a introducirse o utilizar tampones, una desconexión del área genital con el resto del cuerpo y el temor a la penetración vaginal. “Son mujeres que en general, nunca se han mirado o explorado la zona genital, nunca se han introducido un dedo en la vagina” explica Freundlich.
-¿Cómo debe tratarse?
Esta es una disfunción que no se resuelve sola, necesita de un tratamiento multidisciplinario ya que sus causas son multifactoriales. Afecta la parte psicológica y la parte física, por lo que tiene que ser tratado desde el punto de vista físico y emocional, donde intervenga un kinesiólogo experto en sexualidad, un sexólogo experto en el tema y el médico tratante o ginecólogo. En general son aproximadamente 10 sesiones con el kinesiólogo, 10 con el sexólogo más una evaluación con el médico tratante una vez por semana.
-¿Se puede prevenir?
Si, a través de una educación sexual asertiva, eliminando todos los mitos y pensamientos erróneos frente al dolor de “la primera vez”, los pensamientos dramáticos sobre el rompimiento del himen y el sangramiento y los pensamientos culposos de que el acto sexual es algo malo. Por lo que una educación sexual adecuada y además una difusión seria del tema para que las pacientes se informen podría ser parte de una prevención adecuada.
“No sacamos nada con tratarlo solamente desde el punto de vista psicológico, sino que tenemos que acceder al área genital, aprender a visualizar y a reconocer esta musculatura que está apretada y cómo relajarla. Aprender a no tener miedo a la penetración, aprender a desensibilizar estas zonas, a tratarlo como si fuera una fobia. Tenemos que ir haciendo una desensibilización sistemática, cambiar los pensamientos erróneos y aprender a cómo conectarnos con esta zona para aprender a cómo relajar la musculatura” comenta Freundlich.
-¿Qué rol tiene la pareja en el tratamiento?
La pareja de la paciente es incorporada en varias sesiones para que aprendan ciertos ejercicios y puedan colaborar y hacerse partícipe de la evolución del tratamiento. En la fase final de este se usan dilatadores de diferentes tamaños para ir perdiendo el miedo y después se les enseña cómo tener este encuentro sexual con indicaciones absolutamente precisas.
Fuente: womewn-talk

El misterio de las madres vírgenes en Chile

El misterio de las madres vírgenes en Chile

Hace unas semanas apareció la extraña noticia sobre el misterio de las madres vírgenes estadounidenses.

La nota hacía referencia a un estudio publicado en el British Medical Journal, que reveló que 200 jóvenes habían declarado haber quedado embarazadas siendo vírgenes y sin el menor contacto sexual con penetración vaginal. Increíble y casi fantástico pero real.

La explicación a este “fenómeno” hacia referencia a falta de educación sexual, la imposibilidad de obtener datos precisos sobre la vida sexual de los jóvenes y la incomprensión de las mismas respecto de este tema. Pero las causas de este misterio son otras y también se dan en Chile.

“¿Cuánto tiempo pasó? mucho, demasiado… Mis padres eran muy estrictos, salimos solos muy pocas veces a pesar de que pololeamos 6 años. El era igual de inexperto que yo. Nos casamos y creíamos que nuestra noche de bodas cambiaría todo, pero no fue así. No tuvimos sexo, pensamos que con el tiempo lo solucionaríamos pero quedé embarazada y sin penetración”, contó, en forma anónima, una paciente de Odette Freundlich, kinesióloga, especialista en rehabilitación pelviperineal y sexualidad.

Otro caso: “Me crié con el karma de ser la hija de madre soltera y una hermana que lo fue. No quería pasar por lo mismo y por supuesto, llegué virgen al matrimonio. Pololeamos 8 años con mi actual marido, un hombre que me entendió y apoyo durante ese tiempo, pero después del matrimonio empezaron los problemas porque no podía tener penetración. Nos habíamos acostumbrado a satisfacernos solamente con roce, esto lo conversé con mi ginecólogo de ese tiempo y él me derivo a un sexólogo, él cual algo me ayudó, pero nunca pudimos resolver el problema. No sé como quedé embarazada, pues nunca logramos tener penetración. Nació nuestra hija por cesárea y seguimos con nuestro problema, mi marido ya estaba cansado, yo me angustiaba y no sabía que hacer”, testifica otra paciente.

Ambos testimonios son uno los cientos de caso que ha atendido la experta. Para ella, la explicación al misterio es muy simple y nada tiene que ver con la partenogénesis o la fecundación por sí mismas. Una madre virgen, a su juicio, es una mujer que quedó embarazada sin tener penetración vaginal.

“Esto puedo ocurrir porque el hombre eyacula cerca de la vagina y, como los espermios tienen movilidad, se deslizan en los fluidos vaginales hasta encontrar un óvulo y lograr fecundarlo”, explica.

Esto no es muy común, pero según las cifras que maneja la experta, de las cerca de mil mujeres que ha tratado con vaginismo en Chile, existe un 4,3{396ce61b7f9a6bb89883032a9e9a11a1d98166b49f67e540e4d82cdd96cfccd3} de madres vírgenes. El promedio de edad es de 31 años y sufren de vaginismo.

¿Qué es el vaginismo?

“Es la contracción involuntaria del tercio externo de la vagina, es decir, muslos, glúteos, abdomen, frente al intento de penetración vaginal y por temor al dolor. Esto es una reacción refleja, en donde se cierra la vagina e impide la penetración”, acota.

Sin embargo, esta enfermedad es un gran secreto que se mantiene dentro de la pareja y por años.

Las causas de la imposibilidad de penetración, según la experta, es por lo general una educación muy restrictiva, personalidades fóbicas y pensamientos erróneos frente a la virginidad, al himen, a sus propios genitales, y por supuesto, miedo al dolor, miedo al embarazo.

Lamentablemente, de las mujeres que acuden a un centro de disfunciones sexuales, el 17{396ce61b7f9a6bb89883032a9e9a11a1d98166b49f67e540e4d82cdd96cfccd3}, presenta vaginismo, y lo más preocupante es el tiempo en que se tardan en buscar ayuda profesional, que es desde 4 hasta 20 años de matrimonio.

Ahora, de acuerdo a la experiencia en consulta de Odette Freundlich, lo común y reconfortante, es que las parejas que las acompañan son buenas, amorosas y se mantienen en la relación, a pesar de no tener coito.

“Han aprendido a desarrollar un juego previo más extenso y creativo, lo único que les falta es la penetración vaginal. Las mujeres por lo general tienen deseo sexual, logran excitarse y lubricarse y la gran mayoría tiene orgasmo con estimulación en el clítoris”, afirma la experta.

Para salir de este disfunción sexual, lo primero es realizar un diagnóstico claro y someterse a un tratamiento multidisciplinario, con un ginecólogo, sexólogo y kinesiólogo especialista en disfunciones sexuales.

“Estos problemas tienen componentes físicos y emocionales, por lo que deben ser abordados en forma conjunta. Se inicia el tratamiento enseñando la anatomía genital, luego se indican técnicas de control neuromuscular para evitar el temor al acercamiento del área genital”, comenta. Luego, se siguen con técnicas de relajación de la musculatura vaginal, desensibilización sistemática primero con un dedo del terapeuta, para después seguir con el de la paciente, la pareja, hasta comenzar con dilatadores o tubos de diferentes diámetros que se insertan en la vagina para acostumbrarse al roce y a la penetración vaginal.

“Se les dan instrucciones precisas de cómo deben iniciar esta nueva etapa de sexualidad con penetración vaginal hasta realizar controles de seguimiento. Mientras que el sexólogo, realiza sesiones en forma paralela y la reevaluación ginecológica se repite al final del tratamiento”, aclara.

El tiempo que demora el tratamiento, siguiendo al pié las instrucciones, son aproximadamente 10 sesiones, de una vez a la semana. Lo mejor es que el tratamiento lo cubre Fonasa y cualquier Isapre. El misterio está resuelto.

Artículo publicado en Emol el 4 de enero del 2014.

¿Qué es el vaginismo? Nuestra Directora en Mucho Gusto

¿Qué es el vaginismo? Nuestra Directora en Mucho Gusto

¿Qué es el Vaginismo?

“Corresponde a una contracción o espasmo involuntario de los músculos de la vagina, que retrasa o impide la penetración. El trastorno en su grado extremo corresponde a los matrimonios no consumados por vaginismo. Esta última problemática es una situación de alta incidencia en la actualidad. El temor al dolor provocado por la penetración puede estar entre las causas que generan el trastorno”.

¿Cómo se Trabaja?

El abordaje terapéutico incluye reestructuración cognitiva, Desensibilizacion sistemática y aproximación gradual a aquellas situaciones sexuales que generan ansiedad. En algunos casos un acercamiento dirigido directamente a la relajación de los músculos que rodean la vagina se revela el más apropiado.

En los casos en que la paciente presenta una fobia al coito se recurre a la Desensibilizacion sistemática y entrenamiento en relajación.

Les dejamos un link donde podrán encontrar más información:

http://www.mega.cl/programas/mucho-gusto/sexologia/sepa-en-que-consiste-el-vaginismo.html

Están casadas hace varios años pero aún son vírgenes

Están casadas hace varios años pero aún son vírgenes

Las invitamos a leer este interesante artículo publicado en Lun donde nuestra Directora, Odette Freundlich, habla sobre vaginismo. Los matrimonios no consumados son un tema tabu y una de las causas es el vaginismo. Es importante entender que esto tiene solución. Les dejamos el link para que lean el artículo: “Lun: Están casadas hace varios años….”

¿Tienes sexo con dolor? Se puede tratar…

¿Tienes sexo con dolor? Se puede tratar…

Para algunas mujeres la relación sexual les resulta dolorosa, experimentan sensación de quemazón, ardor, presión, etc… Quiero decirles que eso no es normal, ni tampoco desaparece solo. Por esta razón es importante investigar a qué se debe esa molestia, que muchas veces causa que las relaciones sexuales no sean placenteras y, en consecuencia, que disminuya el deseo sexual y por ende baja en la frecuencia de encuentros sexuales. Esto puede llegar al límite de evitar la penetración por alejarse del dolor.

Esta patología se llama “Dispareunia,” y está clasificada dentro de las disfunciones sexuales por dolor. La Dispareunia es el dolor durante o después del coito y puede deberse a múltiples factores, ya sea irritativos, inflamatorios, infecciosos, muscular, vascular o hormonal.

Puede ser primaria, si ocurre por primera vez, o secundaria si ocurre después de haberse producido algún evento, como un parto con forceps o instrumentado, con una episiotomía dolorosa. En general no hay estadísticas claras sobre el problema, pues es un tema que no se conversa y se mantiene en secreto.

Las mujeres demoran mucho tiempo en consultar, por no defraudar y complacer a sus parejas. Es muy importante atreverse y acudir a un profesional especializado, para ser evaluada y tratada. Lo importante es que tiene solución.

*Odette Freundlich es kinesióloga especialista en Disfunciones del Suelo pelviano y sexualidad. www.miintimidad.cl

contacto@miintimidad.cl